El interior todavía no sabemos cómo quedará, ya que la marca no ha ofrecido dato o imagen alguna. Sin embargo, se espera que no haya grandes modificaciones, al menos, en lo que respecta a la consola central y el sistema de infotainment UConnect. Quizá incorpore algunas molduras con mayor nivel de personalización, un nuevo diseño de salpicadero o algún nuevo tapizado para los asientos. En cualquier caso, no tardaremos mucho en comprobarlo. Donde sí encontramos novedades importantes es en el apartado de motorizaciones. Jeep incorporará dos nuevos bloques de gasolina turboalimentados: un 1.0 de tres cilindros y 120 CV, que podría sustituir al 1.6 E-Torq de 110 CV, y un 1,3 litros de cuatro cilindros con dos niveles de potencia (150 y 180 CV). No hay ningún tipo de información o mención en cuanto a mecánicas diésel, por lo que no sería sorprendente que simplemente fueran desechadas.