Disponer de tracción 4x4, por razones obvias. Lo más importante fuera del asfalto es la capacidad de tracción y, aparte de lo mucho que puedan influir unos neumáticos adecuados a tal fin, la tracción integral es un elemento imprescindible. Disponer de caja de cambios con reductora. La reductora es un elemento muy poco utilizado, incluso en conducción off-road, pero marca la diferencia cuando llegan los puntos críticos en los que hay que superar fuertes pendientes a baja velocidad. Por muy corta que sea la primera velocidad, si está adaptada al uso en asfalto será demasiado larga para atravesar una zona de rocas lo suficientemente despacio o para superar una pendiente muy fuerte a baja velocidad y sin que el coche se cale. La reductora es irrenunciable. Contar con una altura libre al suelo, un tren de rodaje y un interior preparados para un cierto grado de maltrato. A pesar de que esto es bastante más difícil de valorar, un verdadero todoterreno tiene que parecerlo además de serlo, por lo que hemos seleccionado únicamente a los tipos más duros del lugar. Atendiendo a estos criterios de selección, empezamos con el recorrido por el mercado actual y por los todoterrenos que todavía nos pueden llevar bastante más allá de una pista de tierra en buen estado. El resultado es heterogéneo en tamaños y precios, pero así resulta al adoptar ese denominador común.